Proyecto Quesada

Angi y Jere son una pareja que, como muchas, se mudó en cuarentena. La dinámica particular de esos días nos llevó a pensar todo contemplando el trabajo en casa, concibiendo un amoblamiento bien versátil, adaptable a diferentes usos.

Las paletas neutras de color son una atinada elección, dando sensación de amplitud y luminosidad. La madera de petiribí suma calidez al ambiente.
Al entrar, circulación es limpia, libre. Sobre el muro derecho se ve una estantería metálica poco profunda, con colores delicados, cuyo fin es que el recorrido vaya moldeando su funcionalidad. Sirve como perchero móvil arriba, y como zapatero abajo. Los estantes hacen de recibidor y, cubriendo mayor superficie del muro, se abre paso al Bar y la biblioteca. La puerta corrediza es una herramienta decorativa ideal para exhibir y/o esconder lo deseado en cada momento. Este Rack culmina con el sector Tv, ocultando atrás de una placa los cables que no queremos ver.

En espacios reducidos, las mesas redondas son clave. En el living, incluimos nuestro modelo Net, un set de mesas livianas que, al superponerse, nos dejan jugar, ampliar y simplificar, moviéndolas fácilmente según la situación.

Si bien el protagonista es el living, intentamos ser originales y crear un comedor versátil. Para integrarlo, sin perder la relación con la cocina, ubicamos una barra Smart (altura de mesa) con tomas y puertos USB en la parte posterior del sofá, donde se puede trabajar y desplazar la tabla, cambiando su forma de uso. En el día a día sirve para comer y, cuando reciben gente, pueden unirse ambas barras formando una mesa para 6 personas. La barra contra la pared gris simula una continuación de la cocina, aportándole a ésta mayor superficie de apoyo.

Finalmente, decidimos integrar el balcón como zona estanca de descanso, con un camastro de 1,30m diámetro y una mesa de arrime de piedra de terrazo, en diálogo con el living. Un ambiente tranquilo y perfecto para disfrutar de la lectura y el sol.